EL MUNDO DE LA IMAGINACIÓN ES MÁS GRANDE QUE EL MUNDO REAL

miércoles, 4 de marzo de 2009

LA CIUDAD SIN PRESENTE


El niño despierta y parece ser que este va a ser un buen dia para el, casi perfecto. Las palomas en un viaje ya rutinario van camino hacia la plaza. Calles y avenidas, autos y micros decoran el corazón de la ciudad. La gente parece indiferente y cada una en su universo desata los eslabones de esta gran cadena.
Los edificios rodean los pensamientos de aquel niño que siempre va por la vida con ganas de todo. Un inquietante suspiro hizo relajar por un instante ese momento de incertidumbre que le toco vivir.
Una mañana como todas, vuelve a despertar sin tener noción del tiempo y el espacio, sin embargo el sol colma de alegría sus días y es el único consuelo que le queda en esta realidad que sin piedad lo golpea.
Emprende el viaje hacia un lugar sin presente, donde solo importa subsistir, en el mismo lugar donde las almas luchan por un poco de amor. Así es como por primera vez cae sobre su mejilla una lagrima y en medio de este dolor solo mira al cielo y encuentra todo lo que quiere ver. A él no le importa lo material porque nunca tuvo mas que aquellas cosas que lo hacen ser una gran persona, no se vende por dinero, porque no le interesa comprar cerebros contaminados con el humo que viene de los lugares mas remotos de esta tierra y tampoco quiere ser como nadie, solo quiere ser y hacer el bien, un numero indescifrable en medio de tanto mal.
Él tiene un aura, un dios aparte que lo ayuda dia a dia y en sus sueños florecen millones de aventuras que a cada paso lo encandilan con una luz rozagante y aunque el brillo no lo deje ver hacia adelante, insistentemente sigue como si no pasara nada. En este camino empedrado encuentra mucha gente, algunos le dan su tiempo y caridad, otros solo se ocupan de hacerlo tropezar con alguna piedra.
En un tramo pudo ver desde lejos los desniveles del camino y ahí fue que decidió desviar su rumbo para llegar mas rápido a destino.
Finalmente el niño esta en presencia de ese lugar sin presente y sin tiempo que perder comienza a construir el futuro.
Sus días empiezan a ser un calvario y muy lejos quedaron aquellas mañanas de sol, su risa se perdió en el abismo y sus ojos se acostumbraron a la humedad del llanto.
Una tarde, cansado de buscar respuestas a este difícil momento, sale a caminar y se sienta en un banco de una plaza. Era una tarde triste, las gotas de lluvia caían sobre su rostro y la calle era un desierto. De pronto se acerca un anciano y le pregunta:
-¿Niño que haces aquí? Con una voz quebrada.
El niño responde: - vine a construir el futuro.
El anciano sorprendido por su respuesta le dice: - ¿no sabes donde estas? Esta es la ciudad sin presente y en un lugar sin presente no podrás construir un buen futuro.
El niño queda enmudecido y luego de unos segundos le pregunta:
.¿Entonces usted que hace aquí?
El anciano despidiéndose le dice:
-Este es mi futuro, tu tienes que volver al lugar donde has dejado tu esencia para poder construir el futuro que deseas.
El niño reflexiona sobre lo que le dijo este hombre sabio y se da cuenta de que no tenemos que escapar de nuestros orígenes y que hay que vivir cada momento de la vida como si fuera el ultimo porque somos pasado, presente y futuro.

No hay comentarios.: