EL MUNDO DE LA IMAGINACIÓN ES MÁS GRANDE QUE EL MUNDO REAL

jueves, 12 de marzo de 2009

DESENREDATE

Hoy hay muchas cosas que no puedo ver. Cuesta hablar desde mi lado y pensar en todas esas cosas que se perdieron a lo largo de estos pocos años que me tocaron vivir. Fue como una especie de metamorfosis, una alteración de las más insólitas cosas que puedan existir. La globalización se adueñó de nosotros y a un paso cada vez más veloz se están digitalizando nuestros sentimientos más puros.
Idóneos técnicos realizaron una invención para comunicar e incomunicar a la vez y lo peor de todo es que no experimentaron sus consecuencias. Es así como estamos hoy en día, cada uno en su universo aislado de todo sin extrañar a nuestros pares, pero sin comunicación. Es un grave problema, y como dicen nuestros abuelos, antes no era así. Por eso, no me queda otra opción que ponerme a pensar en los niños que viven sujetos a este gran fantasma, encerrados hablando sin hablar con gente que está pero que no está y queriendo sin querer a través de una pantalla. Una infancia cada vez mas pobre y autista donde ya nadie tiene compasión por el otro, esto era impensado hace algunas décadas pero bueno, como siempre se dijo “los tiempos cambian”.
No busquemos culpables, pero tampoco seamos participes ni testigos de esta ola que quiere taparnos para dejarnos incomunicados del mundo. No le temas al amor ni a ser amado, porque eso es un tesoro invalorable y muy preciado, compartí tus semejanzas y diferencias con los demás, así conocerás a tus verdaderos amigos. Salí a ver las mañanas, las tardes y las noches para ver la luz y en ella encontrar una guía que te ayude a buscar tu rumbo.
Si bien todos estamos, de alguna manera, atrapados en esta red, no equivoquemos el camino, desenredate que allá afuera hay un mundo que te espera y quiere saber quien sos.

jueves, 5 de marzo de 2009


PAREMOS LA MAQUINA!!!



Cansados de estereotipos y leyes creadas por inefables personajes a veces nos cuestionamos lo que despierta en nuestras mentes una leve sospecha.
Nosotros en búsqueda de la claridad solo nos conformamos con encontrar un refugio en aquel ser que admiramos con devoción y sin comprobar su existencia nos dejamos llevar por una caravana de mentiras y la espiritualidad queda a un lado. El negocio fluye cada vez mas y desde arriba nos quieren manejar como marionetas que no tienen voluntad alguna de oponerse a su juego.
Dejando de lado mi postura y poniendo a la objetividad como plano fundamental del tema, ¿no les parece un poco estúpida la idea de creer en los hilos que manejan a este planeta y así
alimentar en una ruta incansable a los que se ocupan de matar a nuestra gente, construyendo de esta forma sus imperios?
Vale aclarar que estas organizaciones son las principales generadoras de las guerras y en un acto de cinismo dicen fomentar la paz y predicar la palabra de un don nadie que dice ser nuestro creador pero que sin darnos cuenta, en un estado de hipnosis, quiere matarnos en vida, mientras nosotros lo adoramos.
¿Para que hablar de fe? Si cada vez que estamos desesperados buscamos asilo en un ser inexistente sin tener la exactitud de quienes realmente somos y no nos damos cuenta de que el único dios verdadero vive dentro nuestro y cada uno es el encargado de sacarlo a la luz.
Desde antaño millones de urbes fueron divididas por la religión y hoy en día seguimos un camino que nos remonta a la antigüedad. Los mecanismos siguen funcionando a la perfección y en franco retroceso nuestras almas siguen este circulo vicioso que nunca para.
Dejemos de ser obsecuentes a esta gran maquina que solo quiere apoderarse de nuestros pensamientos y alejarnos de lo mas preciado que poseemos, que es la libertad
.

miércoles, 4 de marzo de 2009

LA CIUDAD SIN PRESENTE


El niño despierta y parece ser que este va a ser un buen dia para el, casi perfecto. Las palomas en un viaje ya rutinario van camino hacia la plaza. Calles y avenidas, autos y micros decoran el corazón de la ciudad. La gente parece indiferente y cada una en su universo desata los eslabones de esta gran cadena.
Los edificios rodean los pensamientos de aquel niño que siempre va por la vida con ganas de todo. Un inquietante suspiro hizo relajar por un instante ese momento de incertidumbre que le toco vivir.
Una mañana como todas, vuelve a despertar sin tener noción del tiempo y el espacio, sin embargo el sol colma de alegría sus días y es el único consuelo que le queda en esta realidad que sin piedad lo golpea.
Emprende el viaje hacia un lugar sin presente, donde solo importa subsistir, en el mismo lugar donde las almas luchan por un poco de amor. Así es como por primera vez cae sobre su mejilla una lagrima y en medio de este dolor solo mira al cielo y encuentra todo lo que quiere ver. A él no le importa lo material porque nunca tuvo mas que aquellas cosas que lo hacen ser una gran persona, no se vende por dinero, porque no le interesa comprar cerebros contaminados con el humo que viene de los lugares mas remotos de esta tierra y tampoco quiere ser como nadie, solo quiere ser y hacer el bien, un numero indescifrable en medio de tanto mal.
Él tiene un aura, un dios aparte que lo ayuda dia a dia y en sus sueños florecen millones de aventuras que a cada paso lo encandilan con una luz rozagante y aunque el brillo no lo deje ver hacia adelante, insistentemente sigue como si no pasara nada. En este camino empedrado encuentra mucha gente, algunos le dan su tiempo y caridad, otros solo se ocupan de hacerlo tropezar con alguna piedra.
En un tramo pudo ver desde lejos los desniveles del camino y ahí fue que decidió desviar su rumbo para llegar mas rápido a destino.
Finalmente el niño esta en presencia de ese lugar sin presente y sin tiempo que perder comienza a construir el futuro.
Sus días empiezan a ser un calvario y muy lejos quedaron aquellas mañanas de sol, su risa se perdió en el abismo y sus ojos se acostumbraron a la humedad del llanto.
Una tarde, cansado de buscar respuestas a este difícil momento, sale a caminar y se sienta en un banco de una plaza. Era una tarde triste, las gotas de lluvia caían sobre su rostro y la calle era un desierto. De pronto se acerca un anciano y le pregunta:
-¿Niño que haces aquí? Con una voz quebrada.
El niño responde: - vine a construir el futuro.
El anciano sorprendido por su respuesta le dice: - ¿no sabes donde estas? Esta es la ciudad sin presente y en un lugar sin presente no podrás construir un buen futuro.
El niño queda enmudecido y luego de unos segundos le pregunta:
.¿Entonces usted que hace aquí?
El anciano despidiéndose le dice:
-Este es mi futuro, tu tienes que volver al lugar donde has dejado tu esencia para poder construir el futuro que deseas.
El niño reflexiona sobre lo que le dijo este hombre sabio y se da cuenta de que no tenemos que escapar de nuestros orígenes y que hay que vivir cada momento de la vida como si fuera el ultimo porque somos pasado, presente y futuro.