YO, TU, EL, NOSOTROS, VOSOTROS, ELLOS (NO! EGO)

Experimentando conmigo mismo me vuelvo a dar cuenta que en diferentes ocasiones gozamos de ser egoístas. Pensamos solamente en lo que nos pasa a nosotros sin tener un poco de respeto a la reacción y decisión del otro y que estamos cada vez más metidos en el yo interno. Ese yo que alimentamos cada día con actos de violencia y así esto sigue propagándose para formar, desde lo mas mínimo e insignificante, otra vieja costumbre humana, la violencia. Un juego puede transformarse en muerte, entonces a veces me pregunto ¿para que jugar? Pero dejar de jugar no es la solución y seguimos jugando con nuestras vidas. Y si hablamos de vidas, son incontables las que se llevaron. Quiérase o no, los mecanismos todavía siguen en pie y no tienen pensado parar.
Esperando la noticia de mi retorno y de todo lo que va a volver a suceder en cuestiones de segundos cuando por mi ventana vea entrar el primer rayo de luz que encienda en mi las primeras ideas. Esto va a dejar de ser violencia y el juego solo será parte de la vida y no de la muerte. Y en mi entorno yo mismo seré uno más que divague por lugares imprecisos.
Yo no sé quien sos y vos no sabes quien soy, a veces uno no termina de conocerse a si mismo y nadie tiene la culpa ¿a quién le importa quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos? Es algo muy relativo, porque si a una persona le tocas el ego, le tocas el alma. Pobres aquellas almas que están vacías y no se abren a la vida, y sujetos a ese mal necesario van inmóviles a mirarse directamente al espejo que cultivaron. Son espejos que te dicen lo queres escuchar ¿de que te sirve? Te estas mintiendo a vos mismo, ves la vida color de rosas y no sabes de la existencia de los demás. Tenes lo que queres, no te hace falta nada que sea material pero no te sirve de nada, lo dejas a un costado y te da miedo la soledad, nunca es tarde, pero estas unos cuantos pasos atrás. Ya era hora de que reacciones y de que des vuelta el espejo.
La vida es demasiado buena y larga para estar todo el dia pensando en una sola persona.