EL MUNDO DE LA IMAGINACIÓN ES MÁS GRANDE QUE EL MUNDO REAL

domingo, 19 de septiembre de 2010

EL PUNTO JUSTO
Cuando vi que todo estaba a punto de caer encima mío, como una inmensa masa de densidad que viene hacia mí, encontré una fuerza superior que pudo más que todo, alimentó mi motor para que me olvide de lo que me pesa y pueda seguir adelante. A veces no es bueno seguir cargando con el peso de algo que ya no existe, aunque a cada segundo nos querramos aferrar a ese desierto, en donde antes habitaba la armonía, pero que muy lentamente se transformó en caos. Un desorden de ideas y una mezcla de sentimientos un tanto extraña, pudieron ser el desencadenante del estallido, creo que había algo más que solo palabras para explicar, justificar, mentir, declarar, había algo más que eso, había silencio. Siempre sentí la necesidad de llegar al límite, de toparme con todo aquello que no quiero ver y viví intensamente cada momento a tal punto de agotar mis ganas de pertenecer a una forma de ser. No me puedo culpar por eso y tampoco puedo culpar a los demás por no adaptarse a mi postura, que va cambiando repentinamente, según mis necesidades de cada día. Ya es algo natural manejar mi mirada y manipular, como a una marioneta, mi manera de pensar, pero siempre hay algo que asusta, y es ese vicio de querer saberlo todo. En más de una oportunidad, esa adicción, causó efectos nocivos en mi vida, pero lo extremo se vuelve tentador y sin darme cuenta se adueña de mí. No quiero ser un hombre decidido a dejar atrás todo lo que forma parte del presente, pero tampoco busco sentarme a negociar con ningún corazón, cuando tengo la certeza de que no soy un experto en esas cosas y me llevaría una eternidad ponerme de acuerdo con alguien. Por fin pude encontrar ese punto justo entre lo que quiero y siento, más allá de las palabras y los hechos. Lograr el equilibrio para no crearme falsas espectativas y priorizar el desarrollo para dejar de pensar, de una vez por todas, en el fin, fueron las claves para no traicionarme más y olvidarme de que algún día di a cambio de nada. Es muy dificil para mí cargarme de un espíritu egoista y mirar adentro mío para empezar a comprender lo que está pasando afuera, pero es el mejor remedio que me pide el momento. No voy a dejar escapar este momento porque el punto justo me está mostrando las imágenes de hoy.